jueves, 15 de marzo de 2007

Los Transportes Públicos III: el metro/tren



Siento no haber actualziado el blog durante 13 días. He estado un poco disperso.

Finalizo la serie de artículos relacionados con los transportes públicos. En esta última edición hablaré del metro y del tren. Los pongo juntos porque coinciden en muchísimos aspectos, además de que no existe el Metro en España a excepción de 4 ciudades.

Si bien no es una característica propia del metro, la expongo aquí porque es el transporte que más utilizo y del que más anécdotas tengo.
En muchas ocasiones, cuando el metro está a punto de irse de la estación y están cerrando las puertas, siempre hay gente que llega corriendo y apurando el último segundo. Esto no es algo extraño. Pero si nos fijamos atentamente a estas situaciones, en muchos casos, señoras mayores sobre todo, la gente entra al vagón riéndose. Y no sólo se ríe por entrar, sino por perder el metro.

¡Qué guay! He perdido el metro y ahora tengo que esperar sentada 7 minutos.

Por poco me arranca el brazo las puertas al cerrarse, ¡Paca, qué emoción!

También hay jóvenes que se ríen al llegar tarde, pero esto es los que menos.

Otra de las cuestiones que más me asombran es la situación de entrar/salir personas de un vagón. Hay personas que cuando se abren las puertas se ponen justo en frente del espacio donde se supone que la gente tiene que salir del vagón. Desde mi blog quiero hacer un llamamiento a aquellos que tiene el poder de atravesar a las personas: Señores, yo necesito que se aparten para poder salir del vagón. Entiendan mi situación...
Estos momentos también se dan cuando sales de un ascensor. Lo extraño es que a mi nunca me ha dicho nadie que tienen estos poderes, yo creo que son una especie de raza superior que pueden atravesar los cuerpos humanos sin necesidad de apartarse. Estos van por calle como si no hubiese nadie en las aceras.

Pero aquí no acaba todo. Con las nuevas tecnologías y la música mp3, son muchos los que encienden el móvil con la música a un alto volumen. A mi me importa una mierda que te guste el reggeton o el último éxito de David Bisbal, pero no nos tortures con esas músicas infernales.

Ya para acabar, la cuestión que todos nos hemos fijado es el problema de las axilas sudorosas. Esta gente que tiene un corazón tan grande que quiere que disfrutamos de esta fragancia en los trayectos matutinos. Por favor, señores, ahórrense la molestia de tener que levantar el brazo para alcanzar la barra metálica. Ya existe un sistema de climatización en la mayoría de los casos.

Lo peor es cuando el individuo aplica este sistema a dos bandas, estilo jesucristo o tarzán (para los no creyentes).

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