martes, 30 de enero de 2007

Otra escultura: niño en monopatín

Aprovechando el tema de ayer, hoy he fotografíado otra escultura que está al lado de mi casa (la de ayer está bastante lejos). En este caso, se trata de un niño que está montado en un monopatín. Resulta una contradicción que un niño que tendría que estar en movimiento, esté inmóvil por el hecho de ser escultura. Eso sí, para ser de metal, el chaval no pierde el equilibrio y el monopatín no se rompe.

Debe de ser muy frustrante estar montado en un monopatín y no poder moverte durante toda tu vida. Parece de esos sueños en los que algo te persigue y tu intentar huir corriendo pero parece que no te mueves. En este caso es peor, nadie le persigue. Si miraís bien la foto os dareís cuenta de que el monopatín está encima de cemento: ¿y si el chico alguna vez en la vida se atrevió a romper las leyes de la física e intentar pasar con el monopatín por encima del cemento fresco? Nunca lo sabremos pero ojalá Iker Jiménez estuviera a mi lado para hacer un reportaje de una hora sobre la posible vida de las esculturas: ¿la gente se reencarna en esculturas?
El creador de esta obra, debe ser el mismo que el del payaso: es igual de horrible. Por lo menos, las partes del cuerpo están compensadas. Espero que no se le ocurra a ese escultor alguna vez en la vida tratar la temática de curpos desnudos.

Os pongo dos fotos para que veaís con más detalle la cara del niño. Ya le sale bigote y las cejas las tiene más pobladas. Esto ha sido gracias a la creatividad de los habitantes de mi barrio, que alguna vez he visto a este niño con una chaqueta de verdad. Es decir, alomejor esa gente no le da limosnas a los pobres, pero sí le da ropa a una escultura de hierro para que no pase frío. Cojonudo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿escultor = primo del alcalde?

Anónimo dijo...

Grotesco..