lunes, 29 de enero de 2007

Payaso en un parque

Con este título, no me refiero a un niño malcriado haciendo el tonto en un parque. Con ese título me refiero a una especie de escultura de un payaso que hoy he fotografíado.


Yo no entiendo quién se encarga de colocar las esculturas en las ciudades, pero quien haya ordenado plantar este payaso de metal debía de estar borracho. Tanto, como parece estar este payaso. Tiene una mirada perdida, una especie de peluca como si estuviera hecha de repollo (repollo metálico, eso sí) que hace que su posible sexualidad sea muy dudosa. A la boca le faltan los dientes y su peto luce un terrorífico monstruo diabólico.


Además, esas manos están muy desproporcionadas respecto a su cuerpo.

Si yo fuese un padre o una madre, le prohibiría a mi hijo acudir a este parque. Nunca sabes qué trauma puede coger un niño. Suficiente tienen con pensar que debajo de la cama hay un monstruo como para que, además, tengan miedo del diabólico payaso metálico de dudoso sexo con cabeza de repollo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder si que acojona el puto payaso..

Ya podrían plantar arbustos en vez de encargar esa mierda de escultura que encima seguro que ha salido por un eye de la face..

Anónimo dijo...

Ronal McDonald patrocina este parque (a cambio de que dejen a su cargo los comedores de los colegios colindantes)